¿Mito o realidad tras las miradas de animales?

¿Mito o realidad tras las miradas de animales?

Los humanos vemos de forma diferente a como ven los animales. Dicen que los perros ven en blanco y negro, que los toros embisten a los objetos de color rojo o que los insectos ven, al mismo tiempo, miles de veces la misma imagen. Son creencias populares sobre la visión de los animales, pero ¿qué hay de cierto en ellas? Hoy os contamos algunas curiosidades sobre la percepción visual de los animales.

Nada de clásicos

Los perros no ven la realidad como si de una película de cine clásico en blanco y negro se tratase. Lo único cierto de ello es que son dicromáticos y tienen dificultad para ver colores del espectro de los rojos y verdes. Ello hace que tengan menos percepción de profundidad que los humanos.

Si estás acostumbrado a estar con tu can viendo la televisión, te habrás dado cuenta que son más rápidos. Esto se debe a que su visión periférica es mayor que la nuestra. Por tanto, él te pondrá en preaviso ante el peligro.

Hábiles en la noche

Nadie duda que los gatos ven de noche y que la oscuridad no es un impedimento, sino más bien una ventaja para hacer de las suyas. Esto se debe a que perciben mucha más luminosidad que el ojo humano.

Al contrario a lo que nos sucede a nosotros, con mucha luz los gatos se saturan y la noche no les confunde. Su pupila vertical le permite absorber más luz, y es la consecuencia directa de su hábito de deambular en la nocturnidad.

Expertos en rompecabezas

Nos viene a la cabeza que los insectos ven muchas veces la misma imagen debido a que tienen muchos ojos. Sin embargo, lo que realmente tienen es lo que se conoce como “ojo compuesto”, que le lleva, de forma intrínseca, a ver una imagen en pequeños fragmentos.

Si hacemos un símil, los insectos continuamente están realizando puzzles. A sus ojos llegan piezas desordenadas de una imagen y ellos mentalmente componen la realidad que tienen delante. Por tanto, tienen una habilidad mental, que a muchos de nosotros nos encantaría tener, ¡son unos expertos en rompecabezas!

Superpoder ultravioleta

En el mundo de los animales existen algunos que tienen superpoderes, que jamás podremos alcanzar los humanos, es el caso de los pájaros. Estos animales no solo nos superan en alzarse al vuelo por su propia fisionomía, sino que ven mucho más que nosotros.

Pese a que hay muchas especies y cada una tiene su particularidad, tienen en común una ventaja a la humana: pueden ver luz ultravioleta. Por ello, los pájaros perciben gamas que el ser humano no puede ver. Además, pueden enfocar desde distancias muy lejanas puntos concretos, lo que les ayuda a orientarse, cazar y a migrar.

Un campo de visión infrarrojo

Todos los cuerpos emitimos radiación infrarroja, que no es detectable para el ojo humano. Sin embargo, las serpientes, pese a que ven “poco”, cuentan con una visión térmica.

Las serpientes no cuentan con ojos que sean exactamente igual que las cámaras de infrarrojos que vemos en el cine. Sería un error creer en ello. Pero sí son capaces de distinguir las temperaturas de los elementos que las rodean, percibiendo la realidad como un mapa, de un modo impensable a como podemos observarla a simple vista los humanos.

Necesitan gafas, pero no les subestimes

Si ves un tiburón cerca, ¡quédate quieto! Es fácil de decir pero, si te quedas inmóvil en el agua y no sangras, estos animales ni siquiera se percatan de tu presencia, el peligro está si huyes.

Pese a que los tiburones han rondado con éxito los océanos, estos mamíferos solo ven en blanco y negro. Su impresionante sistema sensorial es su timón y sus ojos daltónicos no les supone ningún inconveniente para desenvolverse en el mar, cuyo color predominante son los verdes y los azules.

De todos modos, en general, suelen tener ventaja en la oscuridad frente a nosotros. Su excelente visión nocturna, es una genialidad en las profundidades marinas y el entorno acuático. Por tanto, su daltonismo no te mantiene a salvo, sino más bien se convierte en tu peor enemigo si cae la noche y estás en su territorio.